lunes, 8 de julio de 2013

Los medios de transporte

El desarrollo industrial y la movilización del comercio se apoyan en un sistema de transportes eficaz. La diversificación de los transportes ha favorecido los intercambios, ha revalorizado los espacios continentales, ha puesto en comunicación zonas tradicionalmente aisladas y ha hecho posible la disminución constante de las relaciones distancia-tiempo y peso-precio.

Los transportes pueden ser continentales, que incluyen los ferroviarios, el transporte por carretera y el transporte por vía fluvial, marítimos y aéreos.


Transportes ferroviarios

Desde comienzos del siglo XIX en que funcionó el primer ferrocarril en Inglaterra, la red ferroviaria mundial ha crecido hasta tener una longitud que se aproxima al millón y medio de kilómetros. Durante el siglo pasado fue casi el único medio de transporte por su velocidad y el volumen de mercancías transportado; fue el principal cliente de la industria siderúrgica, que le aportaba el material fijo y móvil y generó grandes empresas, pero debido a las enormes inversiones que su modernización y mantenimiento supusieron, pasó a ser un sector nacionalizado en la mayor parte de los países. Hoy el ferrocarril, a pesar de la competencia de la carretera, sigue siendo el transporte terrestre más utilizado para los grandes tonelajes y un instrumento económico, estratégico y político de gran importancia para los Estados.

Transporte ferroviario.
Las redes ferroviarias se distribuyen muy desigualmente. Hay una relación directa entre densidad ferroviaria y desarrollo industrial. Corresponde a las regiones industriales una densidad superior a los 10 km de vías por km cuadrado de superficie y a las áreas subdesarrolladas una densidad inferior a los 5 km de vías por km cuadrado.

Hay numerosas áreas continentales a las que aún no ha llegado el ferrocarril o que sus redes tienen el carácter de vías de penetración, como el Transiberiano y las líneas transcontinentales africanas.


El transporte por carretera

De los transportes terrestres, fue la carretera el único utilizado hasta la aparición del ferrocarril. Fue relegada durante el siglo XIX hasta que la aplicación del motor de explosión al automóvil hizo recobrar a la carretera su importancia funcional, que determinó una auténtica jerarquía vial que comprende desde un camino vecinal o de herradura a una moderna autopista.

El transporte por carretera tiene una serie de ventajas sobre otros medos, derivadas de la gran flexibilidad que permite el transporte puerta a puerta de pequeñas mercancías; compite con el ferrocarril en tonelajes inferiores a las 30 t, sobre todo, en aquellas regiones en que la densidad de carretera y de ferrocarril es alta y, como transporte privado, es el más idóneo para los desplazamientos en que no entra en competencia con el transporte aéreo.

Autopista de Los Ángeles.
Salvo raras excepciones, las redes de carreteras de gran densidad coinciden con als redes ferroviarias, complementándose en ocasiones unas y otras. Los elevados parques automovilísticos de los países industrializados requieren infraestructuras viarias rápidas a base de autopistas y autovías que facilitan los largos recorridos en tiempos mínimos. Estados Unidos, Europa occidental y Japón disponen de los mayores parques automovilísticos, tanto de camiones como de turismos, y de las mejores redes de carreteras.

Hoy la carretera se utiliza con preferencia al ferrocarril como vía de penetración en las selvas tropicales y en los grandes desiertos, compitiendo con el trasporte aéreo.


El transporte fluvial

Factores naturales condicionan, como en ningún otro tipo de transporte, el tráfico fluvial: el caudal del río, las formas del relieve, los estiajes o crecidas, los hielos. Ríos caudalosos como el Congo son poco aprovechables para la navegación debido a los numerosos rápidos; en España el relieve imposibilita la navegación de ríos con suficiente caudal; en Siberia los ríos permanecen helados gran parte del año. Estas circunstancias hacen que la navegación fluvial sea discontinua en el espacio y el tiempo.

El transporte fluvial es barato, aunque lento, para grandes tonelajes -minerales, carbón, madera- siempre que no haya que efectuar trasbordos.

Transporte fluvial.
Europa occidental dispone de una de las redes fluviales más densas del mundo gracias a los ríos caudalosos y a las condiciones morfológicas de la gran llanura europea. Desde el Elba al Sena, con la gran vía fluvial del Rhin, todos los ríos registran un intenso tráfico y muchos de ellos están comunicados a través de canales.

En Estados Unidos, los Grandes Lagos, comunicados entre sí, tienen una salida natural al Atlántico a través del río San Lorenzo; el Mississippi y su red fluvial comunica el norte y centro con el golfo de México.


El transporte marítimo

Los mayores y más variados volúmenes de mercancías se transportan por vía marítima. Las flotas mercantes se componen de barcos especializados, petroleros, frigoríficos, carboneros, o bien de barcos polivalentes, preparados para transportar cualquier tipo de mercancías, sin embalar o en grandes contendedores. El transporte de viajeros, salvo en transbordadores de corto recorrido o en los llamados cruceros de placer, está en retroceso debido a la competencia del avión.

Las flotas mercantes precisan grandes inversiones tanto en la construcción de los barcos, como en el mantenimiento, que implica combustible, reparaciones, tripulación y seguros. las compañías petrolíferas controlan gran parte de los grandes petroleros, y los llamados "pabellones o banderas de conveniencia" permiten a los armadores o propietarios de barcos de otros países aprovechar la ventaja de ciertas exenciones fiscales al registrar bajo esas banderas sus barcos, con otra ventaja adicional que es un menor costo en la mano de obra. El tonelaje bruto bajo bandera de conveniencia representa casi el 20% del total mundial.

Transporte marítimo.
Las instalaciones portuarias son las terminales del tráfico marítimo. Su importancia deriva de su situación en áreas industriales y de que dispongan de un hinterland o área de influencia de un puerto, que permite buenas comunicaciones con el interior e instalaciones capaces de almacenar o evacuar las mercancías.


El trasporte aéreo

El tráfico aéreo es el más rápido, pero también el más caro y el que permite menores tonelajes, de ahí que esté especializado en trasporte de viajeros, productos perecederos y mercancías de poco volumen y peso, a pesar de que la capacidad de los aviones es cada vez mayor.

El transporte aéreo tiene carácter regional, continental o intercontinental. Precisa de una infraestructura que son los aeropuertos con sus instalaciones complementarias adaptadas al tráfico de viajeros y mercancías. Es también un medio de penetración en regiones selváticas o desérticas.

Transporte aéreo.
Las grandes compañías aéreas controlan el tráfico intercontinental con aviones de gran capacidad de viajeros y de carga, y los vuelos interiores, en países de superficie media, son cada vez más utilizados dada la rapidez en los desplazamientos.


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